EL AYER, EL HOY Y EL MAÑANA DE DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Muchas personas hoy en día consideran El Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra como la obra magna de la literatura española. La verdad, nosotros no sabemos si es o no la mejor obra literaria escrita en español pues no hemos leído todo lo que nos hubiese gustado, pero sí estamos de acuerdo en que es una de las mejores obras que hemos leído, si no la mejor. Es un libro que cuando lo leímos lo disfrutamos al máximo y con el que reímos mucho, contando siempre con la ayuda de las explicaciones y los comentarios del profesor Juan Carlos Rodríguez de la Universidad de Granada cuando cursamos la asignatura "Cervantes". Lo que queremos plantear con esta entrada es la gran diferencia de reconocimiento que hubo con esta obra en su época con lo que realmente ocurre hoy.

La realidad en la época de Cervantes era otra a la actual, ya que las condiciones sociales y económicas del siglo XVII eran muy distintas a las de hoy en día. Seguramente, si este libro se hubiese escrito en nuestra época, los beneficios que hubiese obtenido su autor hubiesen sido muy distintos a los que obtuvo Cervantes en su época. Pero ahora bien, ¿qué es El Quijote? Como nos dijo el profesor don Juan Carlos Rodríguez, El Quijote era un libro escrito para comer, escrito por un hombre que estaba desesperado por poder echarse algo a la boca. Ser escritor en el Siglo XVI y XVII era ser un don nadie, era una figura que apenas existía. A esto hay que añadir que la vida de Cervantes no fue nada fácil, de ahí el gran mérito de sus obras. Toda la gloria literaria de Cervantes le vino en los siglos posteriores ya que en su época pasó sin pena ni gloria, aunque eso sí, se vendió mucho su libro (pero apenas se le dio importancia, importancia que sí tiene en la actualidad).


Cervantes con su libro no sabía que estaba inventando la base de la novela contemporánea. Se basó en dos géneros: los libros de caballerías y las obras picarescas. Con esta obra, por fin, consiguió lo que siempre anduvo buscando: que el escritor viviese de su propio oficio. Pero en todo esto hay una contradicción y es que a Cervantes nunca le gustó El Quijote, siempre pensó que no era una obra digna de un escritor serio como él quería ser. Pretendía ser reconocido como escritor serio, pero su libro era una obra popular, escrita por el hambre y por la necesidad de mantener a su familia.

Para cerrar esta entrada, habiendo hecho un brevísimo repaso de lo que fue esta obra maestra en su época y de lo que es hoy, queremos hacer una pequeña petición de cara al futuro: sigamos leyendo a Cervantes, pero no solo El Quijote, sino también sus otras obras como La Galatea, La Numancia, El Persiles o Las Novelas Ejemplares.

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